La medida del caudal electromagnético se basa en
la ley de inducción de Faraday. El EMF puede medir
el caudal volumétrico de cualquier producto líquido
eléctricamente conductivo, incluso los productos con
baja conductividad.
Características principales:
• Con o sin tramos rectos de entrada/
salida
• Todos los caudalímetros electromagnéticos
KROHNE están calibrados en
húmedo con una comparación directa
de volúmenes
• Amplia selección de materiales
del recubrimiento aptos para agua
potable, aguas residuales, productos
químicos, SIP/CIP
• La medida es independiente del
perfil del caudal
• Aprobaciones para transferencia de
custodia
• Están disponibles recubrimientos
resistentes a la abrasión y a la
corrosión
• Tubos de medida y recubrimientos
cerámicos disponibles para las
versiones con brida y las versiones
"sandwich", también con electrodos
sin contacto con el líquido (caudalímetro
capacitivo)
• Equipo estándar para tubos parcialmente
llenos
• 4 hilos, 3 x 4…20 mA, HART®, Modbus,
FF, PROFIBUS®-PA/DP, PROFINET
etc.
• Opción de referencia virtual: los
electrodos de puesta a tierra y los
anillos de tierra se pueden omitir
• La conductividad eléctrica del producto
se puede utilizar para detectar
cambios en el producto
• Para un alto contenido de burbujas,
alto contenido de sólidos y caudal
pulsante
• Gestión segura de cambios rápidos
del producto y de variaciones de pH
• Estabilidad del punto cero sin
tener en cuenta los cambios en las
propiedades del producto
• Tamaños nominales DN2.5...3000/
1/10...120”
• El diagnóstico 3x100% (diagnóstico
de la aplicación y del equipo,
investigación fuera de especificación)
excede los requisitos NAMUR
Las aplicaciones típicas incluyen:
• Industria del agua: medida fiscal, medida de
distrito, extracción de agua, detección de fugas
• Industria de aguas residuales: redes de transporte,
plantas de tratamiento de aguas negras, lodos
• Industria de alimentos y bebidas: mezclado,
dosificación y llenado de bebidas en condiciones
higiénicas, aplicaciones de los sistemas de llenado
• Industria química: ácidos, álcalis, aplicaciones de
dosificación, productos abrasivos o corrosivos
• Pulpa y papel: pulpa, pastas, lodos y otros productos
cáusticos, bebidas alcohólicas, aditivos, lejías,
colorantes
• Industria metalúrgica y minera: productos con un
alto contenido de sólidos como mineral o barro de
excavadores