Los sensores son esenciales en la automatización industrial para detectar la presencia de
objetos o piezas, inspeccionar la integridad o el montaje correcto y medir dimensiones,
distancias o posicionamiento.
Los sensores fotoeléctricos son los más difundidos y están disponibles en muchos tamaños,
versiones y funcionalidades diferentes, que van desde la detección de objetos más pequeños a
objetos más rápidos, superficies claras o brillantes, marcas fluorescentes, invisibles o de color,
incluyendo la medición de distancia o de dimensiones.
Las aplicaciones para la fabricación están muy extendidas en plantas de automoción, electrónica,
alimentación, industria farmacéutica, de procesamiento y de embalaje; carpintería, metalurgia,
empresa textil, cerámica, vidrio, mármoles, papeleras, etc.
Las aplicaciones para logística son la manipulación automatizada de materiales, cintas o
cadenas transportadoras, almacenamiento y recuperación, almacenes automatizados y
centros de distribución.
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