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La urea, una de las sustancias químicas más utilizadas, es un fertilizante muy utilizado debido a su alto contenido en nitrógeno. Sin embargo, también se utiliza como aditivo AdBlue y como sustancia básica en la industria química para la fabricación de resinas de urea para adhesivos, impregnantes y aislantes. En la actualidad, la urea se fabrica principalmente a nivel industrial a partir de amoniaco y dióxido de carbono. En un reactor de alta presión, estos reaccionan para formar carbamato de amonio, que, en las condiciones adecuadas, se descompone lentamente como producto intermedio en urea y agua. De este modo, dos tercios del dióxido de carbono que se captura previamente durante la producción de hidrógeno se consumen en la producción de urea. Las variantes de proceso difieren en la forma en que se descompone el carbamato de amonio, la eliminación y recuperación de dióxido de carbono y amoniaco, así como en la forma en que se procesa la urea. Una cosa que todos los procesos industriales modernos tienen en común es que los gases sobrantes se devuelven al reactor mediante procesos de desorción. Por último, la solución de urea se concentra en un vaporizador de corriente descendente adecuado.
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